Se deja claro que el que vuelva a grabar salsa, no significa un abandono al merengue, y mucho menos a la bachata, sino una ampliación en sus posibilidades como intérprete en un género que indudablemente está muy de moda.
El Torito viene también con una salsa, naturalmente, con arreglo de Víctor Waill, quien es el responsable de gran parte de los éxitos de los intérpretes del género más pegado.
Este paso que da Héctor Acosta es una demostración de que se mantiene actualizándose, en un proceso permanente de superación y desarrollo. Una fórmula, que como se ha podido comprobar ha funcionado.
Contrario a lo que pudiera pensarse, no sería la primera vez en que Héctor Acosta graba salsa, pues ya lo hizo cuando pertenecía a Los Toros Band.
Con la incidencia del género, El Torito quiere probar suerte con un tema en ese ritmo.
Héctor es un artista que juega las cartas con todas las opciones que están en la mesa, y como se han podido dar cuenta, no desestima ni descarta "jugadas".